El detector de metales es una herramienta fundamental dentro de muchas industrias alimenticias debido al afán de producir comidas sanas y que no representen ningún peligro para los consumidores finales por la acción de pequeñas esquirlas que corten o afecten el metabolismo de la persona; cuando se presenta un caso de negligencia en el que un trozo de hierro afecta la salud de un cliente deberá retirar varios lotes del mercado, retractarse, enfrentarse a la crítica popular y perder dinero en devoluciones y demandas.
En este sentido, la necesidad ha aumentado la oferta en el mercado de los detectores de metales y día tras día es más fácil encontrar modelos extravagantes y especializados en un nicho determinado; no obstante, la referencia con mayor cantidad de solicitudes por las fábricas sigue siendo la línea estándar de la IMD-I que comercializamos en Suminsa. Las razones por las que es una de las solicitadas por diferentes industrias es por todas sus características de alta calidad.
En este artículo vamos a repasar esos puntos clave que convierten la venta de detectores de metales de la gama IMD-I en la más solicitada.
Diseño
Se diseña en base a una banda transportadora que se logra conectar con el resto del flujo de productos de la fábrica, está construida específicamente para repeler bacterias y demás microorganismos que impiden que se contaminen los alimentos a medida que son inspeccionados. Su estructura se basa en el acero inoxidable, de forma que no se acumule suciedad ni óxido.
Por otra parte, el cuerpo es robusto pero versátil ya que tiene rodachines que permitirán movilizar a cualquier zona de la fábrica que se necesite; esto lo acompaña su pantalla de configuración integrada que permite analizar todo tipo de comida (cárnicos, pastas, confitería, entre otros) o empaque de manera extremadamente precisa.
Usabilidad
El arco metálico está configurado para detectar las ondas electromagnéticas que emiten los materiales ferrosos, no ferrosos (como el cobre, aluminio, plata o plomo) y de acero inoxidable que se encuentran en todo el proceso productivo, desde máquinas hasta objetos personales de los trabajadores. A continuación destacaremos los beneficios de su uso:
Alto grado de sensibilidad
No todos los metales que contaminan el alimento son esquirlas de gran tamaño que perfectamente se logran identificar dentro de la comida, sino que la mayoría de los casos son partículas o incluso moléculas muy pequeñas que difícilmente se perciben a simple vista y por ende requieren de un procedimiento más exhaustivo. Afortunadamente, el detector de metales IMD-I es configurable a un alto grado de sensibilidad, de forma que logre destacar con precisión los alimentos contaminados y separarlos del resto.
Es perfecto para etapas tempranas de producción como lo es la recepción de materias primas, ya que normalmente las esquirlas presentes en este punto son muy pequeñas y de no erradicarse perjudicarán a todos los procesos futuros. Por otro lado, esta característica le permitirá evitar los falsos rechazos o paros injustificados de la línea.
Autoaprendizaje
A medida que lo va utilizando y configurando, el dispositivo aprenderá de sus preferencias y necesidades y es capaz de autoajustar los parámetros en función del objeto que está analizando. La tecnología del equipo permite aprender y memorizar rutinas que le darán el máximo beneficio en cada uno de los productos y reducirán el tiempo de inspección.
Accesibilidad
Los controles de programación del equipo son sumamente intuitivos y están disponibles en diversos idiomas con el fin de que perfectamente pueda aplicarlo en una fábrica donde la mayoría de los empleados no sean hispanohablantes. La traducción es automática y precisa desde el menú hasta las funciones más avanzadas, de modo que cualquier persona logre manipularlo.
Configuraciones adicionales
Así mismo cuenta con varios agregados que le traerán ventajas a su producto:
- Puerto USB desde el cual cargar configuraciones personalizadas de otros dispositivos, de forma que no deba esperar la etapa de aprendizaje para tener todos los beneficios.
- Su pantalla es táctil, lo cual le agrega más comodidad de uso al no tener que incluir cientos de botones de difícil comprensión.
- Posee un sistema de autobalance de onda, de modo que las lecturas no sean disparatadas y se mantenga un rango de estabilidad.
- El sistema de rechazo es personalizable, algo muy útil en alimentos empaquetados en recipientes metalizados, de modo que le indique a la máquina que sólo rechace a partir de un nivel de contaminación.
- Cuenta con especificaciones de protección contra el polvo y el agua garantizando la integridad de los sistemas y disminuyendo el número de mantenimientos que debe realizarle.
Si desea conocer más información respecto al detector de metales de la gama IMD-I estándar, lo invitamos a que se comunique con nuestros asesores al chat de WhatsApp +52 (614) 278 2503 o escribiéndonos todas sus inquietudes al correo ventas@suminsaindustria.com. Además, si desea cotizar nuestros productos escribanos en el formulario que encuentra en el botón «cotiza ahora» donde recibirá más claridad de nuestros precios.