La demanda de productos alimentarios ha aumentado considerablemente en los últimos diez años, lo que exige producciones más eficientes de granos, debido a que son el principal alimento en la dieta de los mexicanos. La inocuidad es crucial en su manejo, almacenamiento y procesamiento y se refiere a su benignidad cuando son consumidos por humanos o animales. Desafortunadamente, hay varios factores que no permiten garantizar, por ejemplo, los distintos tipos de contaminación, que vuelven necesarias ciertas medidas y tecnologías, como el detector de metales.
Los consumidores son cada vez más conscientes de la inocuidad, lo que ha fortalecido las regulaciones a nivel local y global de los países que compran nuestros granos y semillas, lo que impacta en nuestros procesos logísticos y comerciales. Para mantener alianzas duraderas en las exportaciones y satisfacer las exigencias de los consumidores, es indispensable recurrir a los sistemas de detección altamente sofisticados, como las seleccionadoras de color e inspeccionadoras de rayo X, que encontrarán junto a nuestra venta de detectores de metales.
Riesgos de contaminación de granos
Nuestro país tiene la tercera posición a nivel Latinoamérica en la producción de alimentos y, a nivel global, ocupamos el doceavo lugar. Entre nuestra lista de materias primas, los granos ocupan un lugar importante y somos productores de una gran variedad. Desde granos industriales (como cebada, avena y sorgo), granos simples (como arroz, frijol, maíz y trigo) hasta oleaginosas (como la soya, cártamos, canola y girasol). Tal es su importancia que se usan más de diez millones de hectáreas aproximadamente para cultivarlos.
Si bien el término grano se confunde con el de semilla, se refieren a cosas distintas. El primero se refiere a aquellas materias primas para el consumo humano y animal. El segundo se trata del producto usado para el cultivo. En ambos casos, es indispensable utilizar tecnologías como la seleccionadora por color que asegura la calidad de los alimentos, de modo que se consumen granos en buen estado y se reproducen semillas saludables y con buena apariencia.
Ahora bien, el almacenamiento de granos es indispensable para asegurar tanto su cantidad como su calidad. Se trata de su concentración en espacios estratégicos y aislados cuyas condiciones son ideales para que los granos no resulten dañados o contaminados por distintos factores, como plagas, entorno y enfermedades, aunque es casi imposible evitarlo, lo que vuelve indispensable implementar tecnologías como el detector de metales y sistemas de rayos X en las líneas de producción y empaque.
Hay tres tipos de contaminantes en granos:
Contaminantes biológicos
Se refiere a los microorganismos (como bacterias, virus y hongos) o a sus producciones, ya sean metabolitos primarios o secundarios. Comúnmente, no afectan el color, olor, textura u otras características organolépticas de los granos, por lo que suelen omitirse, aunque son fuente de enfermedades graves.
Contaminantes químicos
Se producen a partir de productos químicos, como tratamientos basados en hormonas, fertilizantes, plaguicidas, metales pesados, entre otros. Se refiere igualmente a aquellos aditivos usados en cantidades mayores a las permitidas por las normas locales e internacionales.
Contaminantes físicos
Se trata de aquellos elementos ajenos a los granos, por ejemplo, vidrio, pedazos de huesos, piedras, astillas de madera, plumas, pelos, plásticos, metales ferrosos y no ferrosos, entre otros. No son causantes de serios problemas para la salud en comparación con los riesgos químicos y biológicos, pero no significa que no sean peligrosos.
Son los más visibles de la lista, aunque es común que pasen desapercibidos a lo largo de la cadena de producción y empaque, por lo que es crucial detectarlos. Es aquí donde se usan las tecnologías que ofrecemos en Suminsa, como el detector de metales, la seleccionadora y los sistemas de rayos X.
Los granos con contaminación no solo causan daños para la salud de humanos y animales, sino que impactan en la imagen de las empresas productoras e implican pérdidas notables de dinero por demandas y retirada de productos o durante la producción de huevos, leche y carne. Todo ello puede evitarse de antemano si se integran tecnologías sofisticadas de detección con proveedores confiables.
Ante los riesgos, hay regulaciones importantes que establecen medidas y límites aceptados de agentes contaminantes, como la norma ISO 22000 de seguridad alimentaria cuya certificación otorga confiabilidad a los productores, de modo que no resulten afectadas las relaciones con los consumidores locales como con las empresas de otros países.
¿Qué tecnologías recomendamos?
Para evitar la contaminación física de granos, contamos con dos sistemas:
Sistemas de rayos X
El sistema de inspección por rayos X para alimentos es ideal para eliminar vidrios, piedras y metales en los granos durante su procesamiento y para separar aquellos que no están maduros o en excelentes condiciones. Se trata de un sistema de inspección por densidad, es decir, rechaza con alta precisión y con ayuda de válvulas de aire aquellos elementos de mayor densidad que los granos.
Seleccionadora por color
Se trata de sistemas ópticos con cámaras de alta resolución que seleccionan automáticamente los granos según su color. Funcionan muy bien igual para la selección de semillas para el cultivo.
Si desean más información acerca de estas tecnologías, contáctennos al (614) 180 3950 o envíen un mensaje a la dirección: ventas@suminsaindustria.com