En los últimos años se evidenciaron los efectos graves en el organismo que provocan los metales pesados y por ende se tratan de erradicar todas las posibles fuentes de contaminación que afecten a los seres humanos; una de estas son los alimentos, en donde gracias a la inclusión de los detectores de metal se han logrado prevenir múltiples casos de intoxicación y perjuicio en los consumidores. No obstante, muchas personas aún no tienen claro cuáles son los riesgos que estos materiales ocasionan y por qué es importante erradicarlos de la composición de la comida.
Para algunas industrias los metales son parte fundamental de la composición de los alimentos, y en este sentido tienen razón ya que sustancias como el zinc y el hierro están clasificadas dentro de esta categoría y son esenciales en diferentes procesos, por ejemplo, la defensa del cuerpo o la oxigenación de la sangre; pero dependiendo de la forma en la que estén presentadas resultan perjudiciales y se consideran en el conjunto de agentes contaminantes y suponen un riesgo por lo que es importante identificarlos con el detector de metales.
La diferencia es que esas funciones vitales que contienen a los metales como elementos clave no se desarrollan en grandes cantidades, sino que son simples átomos los que intervienen en el proceso, pero cuando son adquiridos en mayor proporción generan un daño importante en el organismo y llegando a estar en el campo de lo tóxico, causando daños crónicos y en casos más graves la muerte del consumidor. Por ello, resulta fundamental implementar soluciones basadas en la detección de contaminantes físicos en alimentos.
¿Qué se considera un metal pesado?
Los metales pesados se clasifican debido a su alta densidad, lo cual los hace un elemento fuerte que es capaz de alterar el estado de los electrones y variar la configuración de los átomos, lo que los convierte en elementos sumamente tóxicos; algunos de los ejemplos más representativos son el plomo, el cadmio, el mercurio y el oro, los cuales en contacto con el cuerpo provocan daños significativos en el organismo.
Así mismo, se incluyen en la lista elementos que tradicionalmente no se consideran en este grupo, pero aun así se encuentran allí son el arsénico y el uranio, que dada su alta toxicidad requieren ser monitoreados constantemente en los alimentos.
¿Por qué los alimentos se contaminan con metales pesados?
A pesar de que los metales pesados son altamente tóxicos cuando son ingeridos por animales, plantas y humanos, son ampliamente utilizados en actividades industriales ya que varias de sus características son resistentes y fáciles de trabajar, por ejemplo, el plomo es muy utilizado en soldaduras, el arsénico resulta el material indicado para realizar semiconductores, el acero inoxidable se usa generalmente en las máquinas procesadoras debido a su alto grado de resistencia, entre otros por lo que en términos generales se encuentra en gran cantidad dentro del ambiente de una fábrica.
Esto hace que los alimentos sean propensos a recibir contaminación cuando uno de estos elementos se escapa de su lugar y cae sobre una preparación, alejándose allí y amenazando la seguridad del consumidor final, quien al identificar esta partícula o sufrir los daños en su salud va a demandar a la compañía o perder confianza en la marca, lo que ocasiona una pérdida de ventas y credibilidad.
Por eso es importante implementar los detectores de metal en las diferentes fases de su proceso productivo, a fin de encontrar los elementos contaminados y filtrarlos de los sanos; evitando cualquier riesgo a la seguridad alimentaria y previniendo los daños directos e indirectos a su compañía.
Efectos de los metales pesados en el cuerpo
Con el fin de sensibilizar sobre el impacto de los metales pesados y la importancia de implementar detectores de metal, a continuación, mencionaremos los inconvenientes de algunos elementos de esta categoría.
- Plomo: Este es uno de los materiales más polémicos y perjudiciales dentro de la clasificación ya que es uno de los más perjudiciales; su ingesta ha provocado alrededor de 143,000 muertes al año dado que ataca directamente a los sistemas neurológico, gastrointestinal y renal.
- Cromo: Se trata de un elemento altamente tóxico, que en grandes cantidades conlleva a la producción de cáncer
- Arsénico: Este es un material altamente nocivo que lleva al envenenamiento instantáneo que asesina por una perforación de las vías respiratorias y la generación de cáncer de piel y pulmón.
Por ello, si desea evitar que estos elementos presentes en varias partes de su industria se filtren dentro de los productos, implemente los detectores de metal en diversas fases de la cadena de producción; llámenos ya al (614) 180 3950 o visítenos en Perif. De la Juventud 6902-22-A, Plaza Cumbres, 31207 Chihuahua, Chih. México.