Existe un alimento que brilla por su inmensa variedad de preparaciones, por su papel fundamental como parte de la gastronomía de muchos países, por la inmensa variedad de sabores, olores, texturas, presentaciones y colores que tiene, se trata del queso, un alimento con base en la leche de las vacas que tiene un proceso de producción que se ha logrado industrializar para permitir que las 400 mil toneladas de queso anuales que se producen en México lleguen a la mesa de todas las personas.
Este alimento, como casi todos los producidos en masa, deben atravesar por una serie de procedimientos técnicos y operativos que permitan generar productos de alta calidad y que aporten todo el valor nutricional que se esperaría de un auténtico queso mexicano; en este proceso, se emplean diferentes materias primas, maquinarias y trabajos que dan lugar al producto embalado y listo para comer que se encuentra en los supermercados de la República, durante estas etapas de producción, es muy común encontrarse con serios problemas.
Sin duda el mayor inconveniente es la contaminación del queso con esquirlas metálicas provenientes de los proveedores o las maquinarias y herramientas empleadas en el proceso de producción y que pueden llegar a mezclarse tan profundo que sean imperceptibles a primera vista, generando un riesgo salubre para las personas que consuman el alimento.
La solución más fácil a este problema es la implementación de un detector de metales dentro de la cadena de producción que sirva para comprobar que las materias primas, los quesos producidos y aquellos que ya se encuentran embalados no tienen presencias ferrosas (como el hierro) y no ferrosas (como el acero) en el interior del producto; pero la cosa no es tan fácil, ya que este alimento en particular posee una característica que convierte el proceso en algo muy complejo.
Se trata de la presencia de agua en el producto, y es que a pesar de que el queso sea un alimento sólido que simplemente se rebana y se come, posee una composición acuosa que lo hace sentir suave al gusto y que le da gran parte de sus sabores característicos; el problema radica en que el agua, al igual que el metal, es un material conductivo por lo que reacciona de diferentes maneras ante el campo electromagnético de los detectores de metal, ocasionando falsos positivos que hacen que se desperdicien grandes toneladas del producto.
¿Cuál es la solución?
Existen diversas soluciones que podrían hacer frente a este problema, el primero es que se instale el sistema de inspección por rayos X para alimentos de Suminsa, que, además de visualizar metales, va a ayudarle a conocer la presencia de otros materiales como plásticos, vidrios, piedras, entre otros que también constituyen un riesgo; del mismo modo, este dispositivo permite conocer las ubicaciones exactas del material extraño lo que facilita mucho la tarea de selección y erradicación de los contaminantes.
Sin embargo, si lo que desea es continuar con su estrategia de emplear el detector de metales como método de inspección para los quesos queremos decirle que aún hay esperanza para corregir el problema; para esto, es necesario implementar los modelos suministrados por Suminsa que poseen un sistema extremadamente sensible que no responde a las interferencias provocadas por el entorno acuoso.
De esta manera, al adquirir uno de nuestros productos va a tener la capacidad de detectar los metales ferrosos, no ferrosos y antioxidantes de un bloque de queso como si se tratara de cualquier otro alimento seco y sin importar si el tamaño de ese metal es de tan sólo unos cuantos milímetros. Pero esa no es la única ventaja de adquirir nuestros productos, también tendrá los siguientes beneficios:
- Tendrá la capacidad de detectar metales incluso cuando el alimento está empaquetado.
- Acceso a diferentes diseños que se pueden acoplar a cualquier tipo de proceso dentro de su industria como lo son los detectores de banda o de caída libre.
- Optimiza la cadena de producción del queso al no requerir de realizar una inspección manual por cada uno de los productos individuales.
- Asesoría especializada que es capaz de brindarle soluciones reales a las necesidades que tenga en su compañía en específico
- Contará con el equipo de ingeniería altamente capacitado que le permitirá tener una respuesta casi inmediata para sus servicios de instalación, mantenimiento, calibración y capacitación; así como la realización de pruebas reales en su compañía en donde se compruebe el funcionamiento real de nuestra maquinaría.
- Tenemos un tiempo de respuesta de menos de 72 horas en nuestro servicio post venta, lo que nos categoriza como una empresa premium que se preocupa por el bienestar de sus clientes y resuelve sus problemas velozmente.
Por eso, si lo que requiere es un detector de metales para su industria de quesos y además servicios de alta categoría, su mejor opción siempre será Suminsa, contáctenos a través del formulario que encuentra en nuestra sección de contacto o escribanos al correo ventas@suminsaindustria.com para recibir más información.