Los contaminantes metálicos generan cada vez más preocupación en las industrias productoras de alimentos ya que su consumo genera graves consecuencias que incluyen atragantamientos, cortes internos e intoxicaciones. Por ese motivo, se han implementado varias herramientas con el fin de detectar y erradicar los elementos con esta composición desde el proceso de fábrica para que no lleguen a la mesa de los consumidores; entre ellos se destaca la venta de detectores de metales y las trampas magnéticas.
Ambos dispositivos son de las mayores innovaciones en términos de la promoción de la seguridad alimentaria en las fábricas; con los dos es posible determinar cuándo las esquirlas de materiales ferrosos, no ferrosos y basados en el acero inoxidable se han colado dentro de los procesos productivos y suponen un peligro para el consumidor final y la reputación de su marca.
Tanto los detectores de metales como las trampas magnéticas cumplen el mismo objetivo y tienen la máxima calidad de detección para identificar y erradicar los contaminantes basados en el metal de los alimentos producidos o tratados en fábrica; pero en ese sentido, ¿cuál es mejor? ¿es preferible comprar uno u el otro?
¿Qué son los detectores de metal?
Son equipos especializados que integran una serie de bobinas que generan un campo electromagnético que se está midiendo continuamente con el fin de detectar las posibles alteraciones que posea y determinar si se trata de un objeto metálico el que está atravesando la cadena de procedimientos y si es el caso, rechazarlo en una banda aparte que prevenga que se mezcle con el resto de los artículos limpios.
Este método funciona bajo el principio de que todos los materiales metálicos, sin importar su tamaño, generan su propio campo electromagnético que al contacto con otras ondas producen alteraciones que con una serie de sensores potentes son capaces de identificar y medir.
La venta de detectores de metales está recomendada para todas las industrias sin importar su nicho o tipo de producto ya que en cualquier momento van a surgir inconvenientes que generan la contaminación; por ejemplo, máquinas defectuosas que inserten esquirlas en la comida, herramientas de los empleados que caen sobre la línea de producción, entre otros.
Así mismo, se recomienda adquirir más de uno y con diferentes tipos de sensibilidad, los cuales se implementan en diversas partes críticas de la línea de producción, por ejemplo, después de una máquina o una serie de procesos que perfectamente podrían dejar esquirlas en los alimentos; en la zona de supervisión previa al empaquetado, tras del embalaje de los productos o incluso al principio para identificar que las materias primas no han recibido contaminación alguna.
¿Qué son las trampas magnéticas?
Por su parte, las trampas magnéticas aprovechan una de las características del campo electromagnético generado por los metales: la atracción ante una fuente de carga opuesta, que es denominada imán; de esta forma, los elementos ferrosos, no ferrosos y de acero inoxidable que estén mezclados entre los productos alimenticios podrán ser filtrados a medida que transcurre la línea de producción y de esta manera limpiarlos de la contaminación sin necesidad de descartarlos.
Esta herramienta resulta eficaz dentro del procesamiento de alimentos líquidos y a granel ya que es más fácil descartar los metales de esta fuente rápida y eficientemente; así mismo, su mayor campo de aplicación es en la zona de recepción de materias primas, ya que muchas veces estas vienen en forma de harinas o elementos muy finos en donde detectar cada una de las esquirlas de manera individual retrasaría la línea de producción.
Por su parte, hay escenarios en donde su aplicación no tiene sentido, como cuando ya están los alimentos enlatados o empaquetados con un papel de base metalizada, ya que la trampa magnética atrae todos los componentes metálicos sin importar su origen y eso haría que los productos fueran descartados sin estarlo, es decir, generarían falsos positivos, por lo que para su análisis es necesario otra herramienta.
Como verá, la venta de detectores de metales y de las trampas magnéticas no compiten entre sí, sino que existen campos en donde la aplicación es mejor con un equipo que con otro debido a las características del objeto estudiado o los fines que se persigan; en ese sentido, responder a cuál es la elección adecuada para su empresa no es posible, sino que se debe comprender que ambos equipos son imprescindibles dentro del proceso de supervisión de la seguridad alimentaria.
Por ese motivo, lo invitamos a contactarnos con el fin de conocer más información acerca del procedimiento de venta de detectores de metales y de trampas magnéticas para que sepa cuántos equipos necesita, de qué características y dónde debe instalarlos, de forma que se garantice la mayor protección ante los elementos metálicos. Llámenos al (614) 180 3950, escribanos al chat que encuentra en nuestro sitio web o visítenos en Perif. de la Juventud 6902-22-A, Plaza Cumbres, 31207, Chihuahua, Chih., México.