En una tarde de sábado, luego de culminar con una semana productiva, se dispone a desayunar, pero todo este manjar se ve gravemente interrumpido cuando le da el primer mordisco al embutido y encuentra, en lugar de un sabor ahumado, un trozo de metal filoso que maltrata su boca y le hace pensar en lo grave que hubiera sido si lo hubiera tragado.
Aunque parece una situación atípica, antes de la implementación de los detectores de metales en la industria alimentaria era muy común encontrar que a un gran porcentaje de la población se les amargó el día y su desayuno por culpa de un pedazo de metal que se coló entre esos deliciosos platillos. Encontrar trozos de metal no sólo es molesto, sino que es un serio problema que pone en peligro la salud de los consumidores finales.
Imagine que no es usted el que se encontró este fragmento en su salchicha, piense que puede estar en el pedazo de carne que apartó para su hijo o en el interior de aquel paquete de papas fritas que le ha dado a su hermano pequeño que, por el ansia de comerlo no mastica bien y puede llegar a tragarse ese trozo de metal. Por eso, para garantizar la seguridad de los consumidores, las industrias alimenticias implementan el detector de metales como una herramienta clave dentro del proceso de producción.
¿Qué pueden producir los metales en la comida?
Volvamos al caso de la salchicha, ahora en este escenario no logró detectar el metal y lo bajó entero con un trago de jugo ¿qué es lo que ese fragmento puede provocar en su cuerpo? Lo primero que experimentará será el sabor del metal que ya le indicará que algo no andaba bien en su comida; posteriormente, cuando intente tragar, será difícil e incluso llega a generar algún tipo de dolor. Si la esquirla de metal tiene bordes filosos, lo más probable es que realice pequeños cortes internos que le produzcan malestar y sangre en la saliva.
La gravedad de la situación dependerá de si el metal tiene la capacidad de llegar al sistema digestivo, de ser así, puede reaccionar negativamente con los ácidos estomacales y provocarle náuseas y vómitos, además del riesgo de que se corte la cavidad estomacal y el ácido en su interior se libere al cuerpo provocando heridas internas que requieren de atención médica especializada. De la misma forma, el objeto puede atorarse en la garganta y generar una interrupción del paso de aire y un alarmante bulto en el cuello o pecho.
Por otro lado, si el metal se oxida en el interior del alimento va a dañarlo desde su interior y propiciar la aparición de microorganismos que descomponen el alimento; si usted se lo trago en estas condiciones, es probable que desarrolle un tipo de intoxicación o enfermedad que ponga en peligro su integridad física.
Además, hablando en términos industriales, si se conoce el caso de una persona que tuvo complicaciones de salud debido a un fragmento de metal encontrado en las salchichas que usted elaboró, se generará una ola de demandas que lo obliguen a retirar los productos del mercado y perder la confianza de los clientes e inversores.
¿Qué se puede hacer al respecto?
Afortunadamente, Suminsa tiene la solución ideal para este problema, que evitará que tanto usted como su consumidor final sufran de inconvenientes que afecten su integridad; se trata de un producto que ya es implementado en diversas industrias como la seguridad o los aeropuertos: el detector de metal, una tecnología que es capaz de localizar desde los fragmentos más pequeños para garantizar que el alimento será apto para su consumo.
¿Dónde colocar los detectores de metales?
En general se podría colocar al final de la cadena de producción, antes de realizar el embalaje del producto, sin embargo, lo mejor es ser precavidos y eliminar cualquier impureza antes de que se mezcle completamente con el alimento y sea difícil de erradicar; por eso, lo que recomendamos es colocarlo para analizar las materias primas y comprobar que no vienen contaminadas con algún metal, luego de terminar los diferentes procesos de producción y antes y después del proceso de embalaje.
Para obtener más información de estos dispositivos y cómo implementarlos en su industria en específico, llame a nuestros asesores al (614) 180 3950 o visítenos Perif. De la Juventud 6902-22-A, Plaza Cumbres, 31207 Chihuahua, Chih. México y pregúntele acerca de su interés por adquirir nuestros detectores de metales.