Los contaminantes más comunes en los alimentos son las partículas metálicas, que pueden venir en la materia prima o desprenderse de las máquinas que cuentan con piezas móviles debido al desgaste natural de los equipos. Para evitar que estos contaminantes lleguen al producto final, los dos métodos más usados son los detectores de metales alimentos y la inspección de rayos X.
La elección del método para la detección de contaminantes metálicos para aumentar la seguridad alimentaria se basa en diferentes factores. Los tres principales son: punto de detección, capacidad de la aplicación y el costo/beneficio. Tanto los detectores de metales como la inspección de rayos X son eficientes y confiables, pero antes de decidir cuál instalar, de acuerdo con los tres factores mencionados, es importante conocer su funcionamiento.
Detectores de metales
En general, los detectores de metal utilizan un sistema de tres bobinas para generar un campo electromagnético de alta frecuencia, que permite la detección de partículas pequeñas de metales ferrosos y no ferrosos. Cada partícula de metal que pasa a través de las tres bobinas produce un cambio en el voltaje, que es tan pequeño que se mide en microvoltios. El cambio de voltaje mostrado en un display y/o genera una alarma para indicar que existe una contaminación.
Los modelos de última generación, en cambio, utilizan bobina múltiple que es más sensible y logra alcanzar niveles de fluctuación del voltaje mínimos. Gracias a la mayor sensibilidad, pueden detectar metales que tienen un diámetro hasta 20% menor. Además, esto reduce los falsos positivos durante la detección.
Sistemas de inspección de rayos X
La inspección por rayos X se basa en la densidad del producto y el contaminante. Funcionan de manera similar a una máquina de rayos X de uso médico para detectar los metales que tienen una densidad mayor a la mayoría de los productos alimenticios. Al pasar el producto por el equipo, se hace una radiografía para mostrarla como imagen en su pantalla. Si aparece una materia extraña de color gris oscuro indicará que el producto está contaminado.
¿Cuál elegir?
En general, los sistemas de detección de metales son más económicos y tienen una duración mayor, aunque es necesaria una calibración periódica. Funcionan muy bien en cualquier tipo de alimentos, desde carne hasta líquidos y pastas par>a la detección de partículas metálicas.
Por otra parte, los rayos X permiten la detención de otros tipos de contaminantes, además de metales, como vidrio, huesos, piedras, plásticos, entre otros. Sin embargo, cuanto el producto alimenticio es líquido o pasta, no se recomienda su uso, ya que las constantes radiografías necesarias para la detección de partículas pueden aumentar los costos operativos.
Haga un análisis sobre las necesidades de inspección que requiere su cadena de producción y seleccione el que mejor se adapte a sus necesidades y traiga más beneficios. Inclusive ambas tecnologías se implementan en conjunto localizadas en diferentes puntos del proceso de producción para satisfacer diferentes necesidades de detección.
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