Los detectores de metales alimentos para la inspección de polvos y sólidos fluentes a granel, como harinas, arroz, harina, leche en polvo, semillas, entre otros ingredientes deben reunir una serie de características especiales que les permitan la inspección de presencia de elementos contaminantes. Cualquier producto granular, alimenticio o no, que pueda fluir, es susceptible a inspeccionarse bajo condiciones de caída utilizando un detector de garganta o también llamada de caída libre y un sistema de desviación de alta velocidad, cuyo funcionamiento describiremos a grandes rasgos en esta publicación en el blog de Suminsa.
Los productos en polvo y granulados, en condiciones normales, pueden pasar por la abertura de los detectores de metal de garganta, esto por efecto de la gravedad, trabajando con volúmenes relativamente elevados, obteniendo una sensibilidad muy elevada del detector. Para que su funcionamiento sea adecuado, tanto el detector como el sistema de rechazo automático se deben montar en una estructura rígida, entre las que exista suficiente espacio para garantizar que el rechazo de los contaminantes metálicos se realice correctamente. Por tanto, en el diseño del sistema de rechazo hay que tener en cuenta los riesgos de que se presenten fugas de producto cuando el mecanismo se encuentre en posición de rechazo.
Cuando se inspeccionan polvos de textura fina y en otro tipo de aplicaciones especiales, el polvo puede acumularse en el dispositivo de rechazo y salir en la posición de rechazo, ocasionando un desperdicio de los productos. Para evitar este problema, lo recomendable es optar por un sistema de rechazo hermético, reduciendo así las pérdidas del producto en buen estado. Es necesario también tener en cuenta que, dado que el flujo del producto se da en caída libre, ya sea continua o intermitente, no se considera que esta clase de sistemas sean adecuadas para trabajar con productos que puedan acumularse en la tubería y ocasionen un movimiento lento por esta.
En cualquier caso, el sistema debe presentar una velocidad de respuesta definida y desplazarse a la posición de rechazo en un tiempo menor del requerido para que las partículas metálicas caigan desde el detector al dispositivo. Para esto, hay que considerar que la altura total del sistema de inspección puede limitar el uso, en especial cuando es reducida, por lo que se recomienda hacer cálculos sobre algunas variables limitativas, de las que hablaremos en futuras ocasiones.
Les recordamos que contamos con detectores de metal para inspección de materias primas y productos alimenticios. Para solicitar información acerca de las opciones que ponemos a su alcance contáctennos, en Suminsa con gusto los atenderemos.