En la selección de un detector de metales que resulte adecuado para el entorno donde se implementará su uso, es necesario tener en cuenta varios factores. El diseño de los sistemas es clave para definir el tipo de aplicación idóneo y para que nuestros visitantes cuenten con información referente al tema, dedicaremos esta publicación en nuestro blog a hablar de los sistemas transportadores que podrán encontrar en los equipos de detección de metal.
Tipos de cinta
El primer factor por tener en consideración sobre los sistemas transportadores es el material con que está fabricada la cinta transportadora. Para seleccionar la adecuada hay que considerar que es posible que acumulen cargas estáticas, en particular cuando estas tienen un desplazamiento sobre placas, rodillos o poleas de plástico o recubrimiento de este material. Por otro lado, los materiales antiestáticos podrían ocasionar problemas si contienen compuestos de carbono relleno a aditivos conductores que afecten el rendimiento del equipo de detección, lo que ocurre con frecuencia cuando las uniones de la cinta pasan por la abertura del detector. Por tanto, las uniones no deben tener elementos como pasadores metálicos, cosidos o atados.
El material de la cinta tampoco debe tener elementos metálicos porque sus partículas, en caso de desprenderse, son muy difíciles de encontrar y pueden ocasionar errores y contaminación del producto. Además, el material debe contribuir a evitar la acumulación de producto, grasas o residuos.
Hoy en día es posible encontrar cintas de diferentes características, incluyendo las lisas, las cóncavas, acanaladas y de un reborde flexible; robustas, modulares plásticas, articuladas y las redondas de uretano que se desplazan en rodillos acanalados, especialmente recomendadas para casos en que existen probabilidades de derrames de productos y donde se requieran lavados frecuentes; cintas sin fin de doble paso que pueden sustituirse fácilmente.
Transferencia de productos
Para la inspección con un detector de metales industrial es necesario que los productos se transporten en una orientación constante y centrada con relación a la abertura del equipo. Es conveniente analizar las características de la transferencia al sistema transportador y más cuando los rodillos extremos son grandes o si el producto es pequeño, ya que se debe respetar una separación mínima relativa a la longitud del producto. En caso de que la distancia entre rodillos supere la mitad de la longitud de los productos a analizar, la transferencia no se llevará a cabo de una manera fiable. Para solucionar este problema, generalmente se coloca un rodillo intermedio, o bien, una placa fija que garantice una adecuada separación.
Los bordes afilados sencillos o dobles para la transferencia son de utilidad para el manejo de artículos pequeños, en especial si se debe tener un registro del producto. Mientras tanto, para los productos pegajosos y a granel se puede optar por la transferencia en cascada, en cuyo caso es muy importante que el producto se presenta homogéneamente evitando grandes montones que incrementan los riesgos de falsos rechazos.
Si lo que se tiene que inspeccionarse son tarros y botellas, el sistema se puede ubicar a un costado de un transportador existente con guías de productos que permitan desviar los envases al sistema de detección y regresar los que sean aceptados a la línea principal. En caso de que algún producto se detecte como contaminado, los desviadores pueden moverse a través de un sistema neumático que facilite la retirada de tal producto de la línea.
Velocidad de transferencia
Una de las medidas empleadas para facilitar la identificación de productos contaminados, es acelerar su paso por el detector de metales, lo que también contribuye a separar los productos. Como ya mencionamos, si los productos están muy cerca, el detector no es capaz de determinar el contaminado y podrían presentarse falsos rechazos. Cuando se aumenta la velocidad del transportador en la inspección de productos sueltos o a granel, la altura se reduce y, por consiguiente, el volumen de producto rechazado también disminuye y es posible emplear una abertura de detector más baja, lo que aumenta la sensibilidad del equipo.
Sistema de rechazo automático
Para seleccionar el sistema de rechazo más adecuado conviene conocer las características principales de las opciones disponibles. En primer lugar, está el chorro de aire, el que empuja los productos al depósito de rechazo. Este sistema se recomienda para productos individuales y ligeros que se transportan en hilera en bandas estrechas y para obtener la mayor eficiencia conviene combinarlo con un temporizador de puerta que garantice que el chorro de aire se dirija al centro del producto.
Otra opción es un golpeador o empujador, dispositivo que trabaja a alta velocidad para llevar un producto al depósito de rechazo. El sistema es compatible con las velocidades altas, sin embargo, es necesario tener en cuenta que al pasar artículos muy juntos el periodo de retracción de trabajo tiene que ser muy rápido. El uso del golpeador es una buena opción para artículos individuales de un peso ligero y medio con espaciado adecuado y una orientación uniforme.
El brazo de barrido o desviador es un sistema que se compone de un elemento que se desplaza en ángulo sobre las cintas para desviar los artículos. Por sus características se recomienda para trabajar con productos de peso medio a ligero, ya sea individuales o colocados al azar sobre una cinta estrecha. La compuerta final o sumidero, por su parte, tiene una bajada a la altura de la línea de producción para rechazar artículos individuales y pequeños que estén colocados sin orden, o bien, para productos a granel secos o pegajosos en cintas inclinadas anchas.
También se encuentra el sistema de rechazo de cinta retráctil en que el rodillo final se retrae para dejar caer el producto en el hueco que se forme. Después de que el producto se ha rechazado, el rodillo regresa a su posición de cierre y trabaja a una velocidad superior a la de la cinta para que ningún producto quede atrapado. El sistema de cinta retráctil ofrece buena confiabilidad para la mayoría de las aplicaciones y se recomienda especialmente cuando en la línea de producción pasan varios artículos del ancho de la banda transportadora.
Por último, está la cinta con inversión de sentido que al momento de detectar el metal invierten el sentido de su funcionamiento para desviar el producto hacia el contenedor de rechazo. Se trata de un sistema adecuado para la inspección de productos sueltos a granel secos y pegajosos y artículos individuales depositados al azar.
En futuras publicaciones les presentaremos más aspectos que se recomienda tener en cuenta para adquirir el detector de metales que se adapte mejor a sus requerimientos así como sugerencias para mantenerlos en buenas condiciones.
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