Toda industria de alimentos debe tener protocolos de seguridad estrictos que velen porque el producto final esté en condiciones adecuadas para ser consumido por los humanos, si en dado caso la comida está contaminada, afectará el bienestar del cliente y eso le representará menos ventas y pérdida de credibilidad de su marca. Quienes buscan su comida quieren tener algo consistente y de altísima calidad, por lo que debe asegurarse desde el principio hasta el final de la producción que eso sea así.
Uno de los problemas de calidad más comunes dentro de la producción de alimentos es la presencia de elementos como el hierro y el acero, que se cuelan dentro del producto y pasan desapercibidos hasta que lastimosamente se encuentran en el esófago de las personas o mezclado entre jugos y demás preparaciones. Estas esquirlas provienen de diversas fuentes como las maquinarias de la fábrica, las herramientas que usan los empleados o directamente desde las materias primas; y por ello es importante instalar detectores de metal que prevengan todo tipo de accidentes.
Un detector de metal permite a los fabricantes controlar la seguridad de sus alimentos y detectar a tiempo aquellos alimentos procesados, enlatados o bebidas que tienen un fragmento de material ferroso en su interior; de esta forma tendrá la capacidad de descartar los productos contaminados e identificar la fuente de las esquirlas para poder solucionar cualquier inconveniente relacionado, como una máquina defectuosa, un proveedor descuidado o alguna herramienta no autorizada o descontinuada que empieza a dejar elementos peligrosos por el camino.
En el mercado existen diferentes tipos de detectores de metales que poseen diferentes prestaciones y precios que escoger, está variedad de oferta tiene dos consecuencias directas: la primera es que tiene muchas opciones que escoger y puede hacer un análisis más detallado para encontrar el mejor producto, pero a su vez tendrá dificultades para hallar el más adecuado en una montaña de productos. Por eso, como profesionales del sector, le indicaremos cómo debe elegir estos dispositivos para su industria alimentaria.
Reacciones del producto con el aparato
No todos los alimentos están libres de metales, algunos tienen cantidades de agua, sal o hierro que no necesariamente es dañino pero genera un campo electromagnético que puede ser detectado por el dispositivo de control y generar un falso positivo que afecte el flujo de la producción. Si en su caso tiene un producto que inevitablemente tiene este efecto, asegúrese que el aparato tiene la opción de ajustar la frecuencia de alerta, descartando los niveles habituales y sólo avisando cuando ese campo sea mayor.
Si emplea detectores de metal que no permitan ajustar la frecuencia de alerta deberá descartarlos inmediatamente, ya que provocará demasiados falsos reportes que entorpecen el flujo de trabajo y estará tratando de encontrar durante horas un trozo de metal que realmente no existe. Para más seguridad, puede implementar un inspector visual de rayos X que permita identificar manualmente la ubicación exacta del elemento extraño.
Sensibilidad
Un control de calidad debe ser exhaustivo y preciso, por eso se necesitan herramientas especializadas que tengan las mismas cualidades por lo que debe fijarse en dos aspectos, el primero es pasar el producto por diferentes aparatos a través de las distintas etapas de la producción: entrega de materias primas, procesado, empaquetado y distribución, y el segundo es que cada uno de esos detectores de metal debe tener una sensibilidad puntual que permita identificar hasta la misma esquirla de material extraño.
Por eso los dispositivos de control de Suminsa incluyen sensores extremadamente precisos que permiten identificar con precisión los contaminantes de cada alimento, enlatado o bebida. Además, si mantiene un cronograma de mantenimientos y calibraciones periódicas con nuestros especialistas mantendrá en perfecto estado la sensibilidad del aparato y podrá disfrutar de sus beneficios por mucho más tiempo.
Así mismo es posible configurar diferentes niveles de sensibilidad, por ejemplo, si lo que quiere es evitar que trozos de metal dañen una maquinaria en específico, asegúrese de calibrar el dispositivo para que identifique los pedazos más grandes y si ya se acerca a las etapas finales o busca supervisar polvos, líquidos o pastas puede optar por modelos con un mayor rango de precisión.
Descarte automático
Una de las características más destacadas de nuestros productos es que implementan un servicio de descarte automatizado con el cual, los alimentos que se detecten como contaminados van a ser apartados rápidamente de la línea de producción y sin la necesidad de la intervención de los empleados; algo que resulta muy útil en comidas al granel como maíz o dulces, acelerando el proceso de supervisión y sin afectar al flujo de trabajo.
Estudie el entorno
Cuando los detectores de metal fallan inesperadamente, usualmente se debe a elementos ambientales que han afectado la maquinaría interna, por ejemplo, instalarlo en un entorno muy húmedo o polvoriento; si en su industria es usual que estas condiciones se cumplan, adquiera un aparato diseñado exclusivamente para laborar en estos entornos; es decir, que cuenten con protecciones IP.
Estos son algunos factores para determinar cuáles son los mejores detectores de metal que debe adquirir, si desea conocer más o adquirir un producto que cumpla todas estas características, llámenos al (614) 180 3950 o escribanos a través del formulario que encuentra en nuestro sitio web.